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LANZAROTE Y LA ISLA GRACIOSA

Foto del escritor: Classic & RetroClassic & Retro

Lanzarote, una de las islas Canarias frente a la costa de África Occidental administradas por España, es conocida por su clima cálido todo el año, las playas y el paisaje. Desde allí se divisa La Graciosa, que está al norte de Lanzarote, isla de la que depende administrativamente y de la que la separa un brazo de mar conocido como El Río, cuya anchura mínima es de poco más de un kilómetro.


Lanzarote

Nada más poner un pie en su territorio, llaman la atención los colores inconfundibles de sus paisajes volcánicos que contrastan con el azul del Atlántico. Apenas hay árboles, pero la belleza de la vegetación que se abre paso sorprende. Los pueblos son de casas blancas de poca altura y el horizonte es infinito. El tiempo parece detenerse y el viajero comprende que está en un lugar especial de la Tierra.


Una de las figuras fundamentales de esta isla es César Manrique. Pintor, escultor, arquitecto… Fue un artista que intentó preservar el maravilloso entorno natural de la isla creando obras arquitectónicas que respetan la naturaleza y se integran con ella. Aquí la naturaleza convive con el arte.


Los Jameos del Agua

Túnel volcánico único con cavernas en las que hay un auditorio, un restaurante y un lago de agua salada. Se trata del primer centro de arte, cultura y turismo creado por César Manrique que se halla en el municipio de Haría, en el norte de la isla de Lanzarote y pretende mostrar al visitante un espacio para la contemplación de la naturaleza apenas intervenida por el hombre.


La entrada al magnético mundo de los Jameos del Agua empieza con el descenso al “Jameo Chico”. En esta parte, como en el resto de la obra, las líneas estructurales y los detalles formales del mobiliario, la decoración, la jardinería o la iluminación están perfectamente integrados en la naturaleza única que les rodea. Entre el “Jameo Chico” y el “Jameo Grande”, se encuentra un lago en el que reside una especie endémica de cangrejos ciegos. El visitante lo atraviesa por un pequeña vereda adosada a un lado y luego asciende hacia el “Jameo Grande”.


El trayecto lleva de la oscuridad de la misteriosa laguna a una zona plena de luz en la que destaca una gran piscina de formas onduladas y una poderosa escalera helicoidal que sube hasta un restaurante y la Casa de los Volcanes.



Además del contraste lumínico y cromático propio del lugar, Manrique pone en juego una suntuosa jardinería y una decoración exquisita y efectista que recrean la mirada del visitante. Al fondo del «Jameo Grande» la entrada al Auditorio del «Jameo de la Cazuela», en donde la naturaleza volcánica junto a una acertada pureza de líneas y la ornamentación dan un sello inconfundible a este singular escenario.


El Mirador del Río

Situado a 500 metros sobre un acantilado, El Mirador del Río ofrece una espectacular vista panorámica de Lanzarote y el Archipiélago Chinijo. Inaugurado en los años 70, es una de las obras arquitectónicas más representativas de César Manrique por la integración de la mano del hombre en el medio natural, una fórmula armónica que une arte y naturaleza.


Su acceso está custodiado por una escultura de Manrique que representa un ave y un pez. Son una metáfora del agua y el aire, los elementos de mayor presencia en el entorno.

Tras atravesar una sugerente entrada, nos encontraremos con dos impresionantes ventanales de forma abovedada. Son los ojos del Mirador, a través de los cuales Manrique concebía una extraordinaria vista panorámica. En ella se aprecian las faldas del Risco de Famara, y seguidamente vemos El Río: una estrecha franja de mar que da nombre al mirador y que separa Lanzarote de La Graciosa, la octava isla canaria.




La Cueva de los Verdes

Singular formación de características paisajísticas y vulcanológicas de un valor extraordinario. Situada al norte de la isla, e integrada en el vasto paisaje volcánico del Malpaís de la Corona, es una de las maravillas que esconden las entrañas de Lanzarote, dotada de un carácter mitológico misterioso y especial.


La longitud de la gruta alcanza casi los 8 kilómetros, formada por un complejo de túneles y recovecos con fascinantes bóvedas y lagunas interiores. Su tramo visible está formado por un kilómetro de galerías superpuestas con interconexiones verticales, y en su interior se alcanzan hasta cincuenta metros de altura con anchuras de hasta quince metros.


Al igual que los Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes es una parte del tubo volcánico generado tras la erupción del Volcán de la Corona, aproximadamente 4000 años atrás. La parte submarina de este tubo es conocida como el Túnel de la Atlántida, uno de los túneles volcánicos más relevantes del mundo.



Utilizada como refugio de la población frente a los piratas berberiscos del norte de África durante los siglos XVI y XVII, se dice que la Cueva de los Verdes debe su nombre al apellido de una familia que usaba la cueva y guardaba su ganado en los alrededores.


Los Hervideros

Los Hervideros son unas cuevas del lava junto al mar, que por sus dimensiones y sus formas escultóricas de piedra labrada por la erosión dan lugar a un paisaje de singular belleza. Con el mar en calma todo son reflejos de luces y un azul turquesa que parece sacado de una postal, con el mar embravecido la furia de las olas se desata en espectaculares saltos de agua. A un lado el mar, en medio los Hervideros y al otro, como telón de fondo, los volcanes del Parque Nacional del Timanfaya, un enclave que resume la esencia de la isla de Lanzarote.



Las olas rompen con fuerza contra las rocas de origen origen volcánico que caracterizan el paisaje, colándose el agua por las pequeñas cavidades de magma solidificado hasta alcanzar la superficie y salir expulsada como si de agua hirviendo se tratase.



El Charco Verde - Charco de los Clicos

El Charco Verde o Charco de los Clicos El Charco Verde, también conocido como Lago Verde, debe su nombre al color del agua que adquiere esta tonalidad por la presencia del alga Ruppia maritima y el azufre que contiene su interior. Antiguamente también fue conocido como Charco de los Clicos o Laguna de los Clicos debido a un marisco ya extinguido, el clico, que habitaba en él.


El charco en sí es una pequeña extensión de agua verde encerrada entre los restos de un antiguo cráter volcánico y una playa de arena negra que lo separa del mar, conectado a través de pequeñas grietas subterráneas que lo mantienen lleno. Es una laguna litoral incluida en el parque natural de los Volcanes que se encuentra junto la población de El Golfo —municipio de Yaiza—, dentro del ámbito del parque nacional de Timanfaya.




La Montaña Bermeja - Mini Charco Verde

La Montaña Bermeja es una zona volcánica casi desértica situada al oeste de la isla de Lanzarote. Los tonos negros, marrones y rojos del paisaje contrastan con el Mini Charco Verde, que se sitúa junto a la Playa de Montaña Bermeja.


Se trata de una zona que pertenece a Yaiza, con muchas opciones para los amantes de la naturaleza. Además, su valor ecológico es incuestionable, pues en la Montaña Bermeja podemos observar un paisaje prácticamente salvaje, sin restaurantes ni demasiado trasiego de turistas.




La Isla Graciosa

Para terminar, una breve reseña a la Graciosa: A tan solo media hora de Lanzarote, conectada gracias a embarcaciones que realizan varios viajes de ida y vuelta al día, este pequeño tesoro de las Islas Canarias es el sueño hecho realidad de viajeros que buscan soledad, relax y experimentar una conexión absoluta con un entorno natural. Pequeña, tranquila, sin asfalto ni contaminación, naturaleza virgen, playas paradisiacas de aguas turquesas y arena blanca, paisajes austeros, apenas habitada…Una isla protegida en su totalidad que invita al descanso, a tomar el sol y baños revitalizantes, descubrir sus rincones a pie o en bicicleta, disfrutar de la gastronomía canaria junto al mar.


La Graciosa, con la totalidad de su territorio protegido, forma parte también del Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo, el segundo de los declarados en las Islas Canarias.

La isla es perfecta para amantes del buceo, que encuentran aquí una enorme diversidad de especies de flora y fauna, además de abruptos paisajes volcánicos submarinos en los que abundan cuevas y túneles.



La Graciosa es probablemente uno de los pocos lugares de Europa donde todavía no hay carreteras asfaltadas. Es la que derrocha más serenidad de las Islas Canarias. El pescado fresco es la especialidad de esta pequeña isla del Atlántico, acompañado de otros productos de la gastronomía canaria como las papas arrugadas y el mojo, una salsa ligeramente picante típica del lugar.


Esta isla es para viajeros especiales, sensibles, que saben disfrutar de la naturaleza, del silencio, de la belleza, del sol y de playas solitarias.









Fotos: Carlos E. Maldonado

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