Tiene un patio interior que mantiene su espíritu neoclásico. Además, se puede acceder con el coche, lo que garantiza la privacidad. También dispone de gimnasio y spa comunitario.
El emblemático edificio se encuentra en la calle General Castaños y con vistas a la Plaza Villa de París, al Tribunal Supremo y a la Iglesia de Santa Bárbara. Pero no solo eso, también está a escasos minutos de la plaza de Colón, la calle Serrano, el paseo de Recoletos o el Parque del Retiro.
Se trata de un edificio histórico del centro de Madrid y cuenta con cinco plantas. Y, aunque ha sido reformado y reconvertido en viviendas de lujo, su fachada mantiene su esencia neoclásica original.
Excelentes acabados
La nueva vivienda de Marta Ortega se caracteriza por sus altísimos techos y grandes ventanales, que permiten que la luz penetre en cada estancia, incluso en las que acceden al patio interior.
Las molduras en techos y paredes mantienen la esencia señorial del edificio. Los suelos son de madera en toda la vivienda y en las paredes impera el color blanco. Apostar por el blanco es ganar, ya que origina un fantástico juego de luces, aunque apostar por los colores oscuros también tiene su punto de originalidad.
Zonas comunes: Entrada, gimnasio y SPA
Destacan las zonas comunes del edificio: Entrada, gimnasio y spa, que comparten los propietarios de las 11 viviendas que lo conforman.
Y es que esta señorial entrada al edificio es un anticipo de lo que se disfrutará en su interior.: Amplios y altos espacios, molduras, lámparas que parecen auténticas obras de arte y materiales de las más altas calidades.
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