Fantástico par de apliques holandeses en latón macizo, con un aro en la parte superior. Tienen un brazo a cada lado, adornado con una quimera en forma de pez. Los brazos desembocan en un platillo que sustenta la lámpara, con lágrimas de cristal en color malva.

En cada uno de los brazos hay dos grandes caireles (que ya no se fabrican en la actualidad) que pertenecieron a una lámpara datada en 1900. Presentan leves signos del paso del tiempo que no hemos querido restaurar porque les aportan autenticidad. En la base del aplique hay un cairel de gran tamaño..